El Mycobacterium leprae es un bacilo abastonado no encapsulado con una morfología y caracteristicas similares a otras micobacterias. Sus células contienen peptidoglicanos y son gram-positivas, pero la mayor parte de la pared bacteriana está formada por lípidos, uno de los cuales es el ácido micólico. Estos lípidos confieren una alta resistencia a la pared bacteriana frente a los agentes externos y son la causa de su patogenia.
A diferencia de otras micobacterias, el M. leprae es un parásito estricto que no crece en ningún medio de cultivo artificial. Además el tiempo necesario para su multiplicación es de 10 a 30 días. La bacteria se multiplica dentro del huesped formando glóbulos a una temperatura óptima de 30ºC.
El bacilo de la lepra no es muy virulento, de manera que la mayor parte de las personas que entran en contacto con él no se contagian. No obstante el bacilo posee algún mecanismo de evasión muy eficaz que impide que sea fagocitado.Así, el bacilo se rodea de unos glicolípidos fenólicos capaces de capturar los radicales libres producidos por los macrófagos. También libera un lipoarabinomanano que bloquea la capacidad de respuesta de los macrófagos a los efectos activantes del interferón g, perdiendo las células infectadas su capacidad para presentar antígenos. Finalmente, el M. Leprae posee la habilidad de escapar de los fagosomas para multiplicarse en el citoplasma.
BACILO DE LA LEPRA.
Su nombre cientifico es mycobacterium leprae, fue observado por primera vez por Hansen en 1868, en muestras de las lesiones de los pacientes, pero su publicación data del año de 1874. Es el agente causal de la lepra, padecimiento que se conoce y se ha descrito en el año 1400 a.C. en la India y en Egipto; actualmente el padecimiento se ha diseminado a casi todo el mundo, pero la mayor incidencia se registra en Africa, Asia, Europa y América Latina.